[8 lugares que visitar en Bruselas] la capital de Bélgica
Aunque Bélgica está entre los 15 países más pequeños de Europa, sus poco más de 30.000 km² de extensión acumulan múltiples atractivos. Paisajes naturales y ciudades como Gante o Brujas son algunos de los ingredientes que crean una receta perfecta completada con su capital como guinda del pastel. Si vas a viajar a Bruselas por dos o 3 días desde Destu te contamos qué ver y qué visitar para que no te pierdas lo mejor de la capital belga.
La Grand Place
Esta maravillosa plaza se considera una de las más bonitas de Europa. Situada en pleno centro de Bruselas, la Grand Place luce un perfil de lo más singular gracias a las esbeltas siluetas de los edificios que se alinean en ella. Construidos en diferentes épocas, todos responden al modelo renacentista pero tienen un toque particular que les convierte en únicos. Resulta muy recomendable pasear sin rumbo dejándose llevar por el entorno para, después, deleitarse con los detalles de cada una de las construcciones que habían pasado inadvertidas ante nuestros ojos.
El espíritu flamenco y los detalles recrean un conjunto colorido que aumenta gracias al mercado de flores que se instala entre sus cuatro laterales. Tras este velo cromático donde parece imposible nada más que la paz, la Grand Place ha sido escenario de muchos de los hitos más importantes del país. Uno de los más conocidos es la decapitación por mandato de la Inquisición de los condes de Egmont y Hornes en 1568, momento en que el duque de Alba era gobernador de las provincias flamencas.
A continuación te contamos cuáles son los principales protagonistas de la Gran Plaza de Bruselas.
- Maison de l’Etoille: debajo de su bóveda encontrarás el monumento a Everard’t Serclaes, liberador de la ciudad en 1356 de la ocupación de las tropas del conde de Flandes.
- Musée de la Brasserie-Biermuseum: museo dedicado a la fabricación de la cerveza, una de las bebidas más típicas de Bélgica.
- Palacio de los duques de Brabante: en su fachada neoclásica podrás contar hasta 7 edificios independientes, a cuya izquierda destaca la Maison de la Balance con su balcón decorado con cariátides.
- Pigeon: así se conoce al edificio donde el célebre escritor Víctor Hugo estuvo viviendo en 1852.
- Maison des Boulangers: España hace aparición en este edificio a través del busto del rey Carlos II.
- Maison de la Louve: juega a localizar el relieve de Rómulo y Remo en esta construcción levantada en 1691. Amamantados por la loba capitolina, están acompañados por estatuas que representan la verdad, la mentira, la discordia y la paz.
- Maison du Roi: a pesar de su nombre, en este edificio nunca se alojó rey alguno. Sirvió como mercado de pan y actualmente alberga el museo de Bruselas. Entre su colección aparecen, como curiosidad, algunos de los trajes con los que se viste al Manneken-Pis en las ocasiones especiales.
Ayuntamiento de Bruselas
El Ayuntamiento de Bruselas, aunque se encuentra dentro de los edificios acogidos en la Grand Place, merece mención aparte. Este monumento, que se puede visitar de manera guiada previo pago, es el monumento antiguo más conocido del país y uno de los más importantes de la arquitectura gótica civil. Su construcción se inició en 1402, pero no fue hasta 47 años más tarde cuando se iniciaron los trabajos del impresionante campanario que te estará observando desde sus 96 metros de alto.
Tras sufrir incendios y varias reconstrucciones, el Ayuntamiento de Bruselas aún conserva como originales las estatuas de su puerta principal. Sin duda, este edificio localizado al suroeste de la Grand Place es una auténtica joya arquitectónica que no hay que dejar de ver. En sus alturas, una estatua dorada del arcángel San Miguel contempla la plaza a vista de pájaro.
Manneken-Pis
A menos de 300 metros del Ayuntamiento se encuentra el monumento más querido de los bruselenses. Símbolo de la ciudad, puedes encontrar esta fuente barroca en la esquina de la rue de l’Etuve-Stoofstraat con la rue du Chêne-Eikstraat. El ‘gamberro’ niño que hace pis ante su curioso público sin ningún tipo de pudor es conocido como Petit Julien, una obra de Duquesnoy padre realizada en 1619.
A pesar de lo famoso que es el Manneken-Pis, pocos saben que tiene una ‘réplica’ femenina a unos 8 minutos a pie –en concreto, en la Impasse de la Fidélité–. Se trata de Jeanneke-Pis, una niña sin tapujos que, con una sonrisa burlona, sorprende a los viandantes desde que el dueño de un restaurante la encargara en 1987.
Si después de tu breve paseo te entra sed, estás de enhorabuena: justo al lado de Jeanneke-Pis se encuentra la cervecería más famosa de Bruselas. En Delirium Tremens podrás probar más de 2.000 tipos de esta apreciada bebida.
¿Qué es el Delirium Tremens? Esta expresión proviene del latín y hace referencia al síndrome de abstinencia de alcohol pero, además, es el nombre de un famoso bar de la ciudad de Bruselas. Este local adquirió su fama en 2004 por ofrecer 2.004 cervezas diferentes, lo que provocó que entrara en el Libro Guinness de los Récords.
¿Qué cervezas puedes encontrar en Delirium Tremens? Aunque es verdad que ya no disponen de una carta tan amplia de posibilidades, aún ofrece una gran lista en la que se pueden encontrar cervezas de malta, doble malta, triple malta e, incluso, cuádruple malta. Si prefieres otro tipo de sabor, también tienes a tu alcance cervezas de trigo, negras y muchas otras variedades.
Que no te abrume tal abanico de opciones: puedes preguntar a los camareros, que te informarán de qué aromas y matices aporta cada una de sus cervezas. Durante tu viaje a Bruselas, descansa un rato disfrutando de esta famosa bebida y de la decoración del bar, que bien podría encontrarse en cualquier Museo de la Cerveza.
Catedral de San Miguel
Aunque actualmente la catedral de Bruselas puede presumir de un tamaño considerable –tiene un interior de 110 metros de largo por 27 de altura–, lo cierto es que sus orígenes se encuentran en una pequeña capilla que en el año 1.000 ya se dedicaba a San Miguel. 47 años después amplió su superficie para acoger el cuerpo de Santa Gúdula, y poco a poco siguió aumentando su volumen hasta alcanzar el que actualmente conocemos.
Museo de Arte Antiguo de Bruselas
En tus 2 o 3 días de visita a Bruselas tienes que encontrar hueco, sí o sí, para hacer una visita al Museo de Arte Antiguo de la ciudad. En su colección se encuentra una excelente recopilación de pinturas de todas las épocas, destacando algunas que no puedes perderte. Por ejemplo, Crucifixión con donante, de El Bosco; Muerte de Marat, de Jacques-Louis David; Virgen con el Niño, de Rubens; Retrato de viejo, de Van Dyck; o Un joven, un viejo, de Tintoretto.
Si tienes tiempo, no dejes de pasar por el Museo de Arte Moderno al que se accede a través de un pasaje subterráneo del museo antiguo. Gracias a sus diferentes horarios de cierre se pueden visitar uno después del otro.
Parques y Palacio del Cincuentenario de Bruselas
Durante tu viaje a Bruselas también podrás disfrutar de espacios naturales como el parque del mismo nombre. En este recinto de 13 hectáreas de superficie se recogen grandes calles adornadas con estatuas del siglo XVIII, en gran medida copias de otras. Dos estanques geométricos con fuentes son parte de los puntos fuertes de este pulmón verde de la ciudad.
Otro de los grandes parques bruselenses es el que fue construido en 1880 junto al Palacio del Cincuentenario. Ambos forman parte de los elementos con que se celebraron los 50 años de la independencia de Bélgica. El parque está plagado de edificios y monumentos, entre los que se incluye el dedicado a Robert Schuman –promotor de la unidad europea–.
Hay quien dice que el Arco del Triunfo del palacio recuerda, inevitablemente, a la Puerta de Brandemburgo de Berlín. ¿Tú qué opinas?
Atomium
Desde la Grand Place, para llegar al Atomium andando, hay que invertir unos 70 minutos; pero también tienes la posibilidad de llegar hasta él en transporte público. Situado en el barrio de Heizel –donde también se encuentra el famoso estadio de fútbol o el parque Mini Europe–, es una de las paradas obligatorias en todo viaje a Bruselas. ¿Cómo podemos llegar al Atomium desde Bruselas?
- Llegar al Atomium en metro: coge la línea 6 y baja en la estación Heysel. Entre semana, el metro abre a las 5:30 horas, pero los sábados, domingos y festivos su horario de apertura se retrasa hasta las 6 horas. Solo está operativo hasta medianoche, y la frecuencia normal se estima cada 5-10 minutos.
- Ir al Atomium en tranvía: si prefieres ir viendo la calle durante el trayecto, el tranvía es una gran opción, aunque tienes que saber que parte de sus vías discurren bajo tierra. Sube a la línea 51 y bájate en la parada de Brupark, que es donde está el Atomium. Si coges el tranvía en el centro de la ciudad, en media hora estarás disfrutando de este monumento construido en 1958 con motivo de la Exposición Universal. ¿Sabes que el Atomium representa una molécula de cristal de hierro aumentada 165.000 millones de veces? Que no te extrañe conocer que su altura es de 100 metros.
- Autobús para llegar al Atomium: las líneas que tienes que tener en mente son la 84 y 88 (parada Heysel). También puedes coger un taxi, pero esta opción será la menos económica de todas.
Museo del Chocolate
Ponle el punto dulce a tu viaje a Bruselas conociendo el Museo del Chocolate belga. Se encuentra muy cerquita del Manneken-Pis y, en sus más de 900 m², podrás descubrir los secretos de la elaboración de este manjar, aprender sobre diferentes tipos de cacao y, cómo no, sucumbir a la tentación probando los ricos bombones que preparan.
La entrada para estudiantes a este museo cuesta 8,50 euros; pero si te gusta el chocolate es una experiencia que no puedes dejar pasar.
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